“La tabla y la cometa forman parte de mí. Estoy más cómoda en el mar que en la tierra. Me encanta la sensación de libertad cuando me voy al fondo del océano, escuchar el silbido del viento, el agua salpicándome en la cara…”. No tiene dudas de cuál es su entorno preferido, y por ello Gisela Pulido está considerada la mejor kitesurfista del mundo.
Deporte, afición, profesión o, simplemente, ocio. Sea como sea, el kitesurf atrapa, y cada vez a más personas en España. Y es que olas y viento no faltan en prácticamente ningún punto de la costa española gaditana, donde los amantes de este deporte encuentran sus particulares paraísos.
El paraíso de los kitesurfistas y windsurfistas
A poco más de 100 kilómetros de Cádiz, encontramos uno de los lugares favoritos para los amantes del kite-surf: Tarifa.
No es de extrañar tratándose de una de las mayores extensiones de playas de todo Cádiz: 37,8 Km de playas arenosas y poco profundas, agua transparente y por supuesto, olas, fruto de la confluencia del océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
El Castillo de Guzmán el Bueno, los restos de la muralla, sus calles de casas blancas, su delicioso atún… y el viento. Ese viento que hace que Tarifa esté inundada, literalmente, de wind y kitesurfistas y, en consecuencia, de escuelas especializadas en los mismos, de tiendas con material para practicarlo, de hoteles temáticos, etc.
Un deporte y, al mismo tiempo, un reclamo turístico de primer nivel que llevaba a Tarifa, hace tan solo unos días, a acoger el primer Mundial de Strapless, un campeonato para los más expertos con la cometa de kite y la tabla de surf desprovista de anclajes.
La élite de este deporte se dio cita en Tarifa para disfrutar de cada una de sus olas y, con ellos, turistas y vecinos, espectadores del maravilloso espectáculo que muchos consideran la evolución del kite-surf.
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Kitesurf en Tarifa
