Render: cómo ver cada detalle de una casa antes de que se construya

La mejor experiencia de compra del futuro propietario de una vivienda es visitarla para observar todas sus características. Pero, ¿y si la construcción aún no se ha iniciado? En ese caso, hasta hace no mucho la única posibilidad era estudiar los planos y hacerse una idea de su terminación a partir de los dibujos de los proyectistas. Es decir, había que jugar más de lo debido con la imaginación.

La representación 3D y la realidad virtual ofrecen representaciones de objetos y espacios con todos los detalles de su diseño, de modo que es una tecnología perfecta para ofrecer también a los compradores sobre plano una experiencia de usuario casi tan real como la que les proporcionaría la presencia física. Es lo que en el sector inmobiliario se conoce como render o info arquitectura.

Animaciones para conocer el exterior

Son los estudios de arquitectura responsables de los proyectos los que elaboran estas animaciones digitales, en principio para desarrollar su propio trabajo, transmitiendo su visión a los equipos que se ocuparan de la construcción. La utilidad para el comprador es evidente.

Imaginemos un inversor interesado en la propiedad de un edificio que visita las oficinas de la promotora para conocer el proyecto en profundidad. Gracias al proceso de renderizado, podrá ver en una pantalla una animación del conjunto residencial de un realismo impactante: la distribución de los espacios, los equipamientos y la infraestructura de los suministros, las técnicas utilizas en la construcción (remaches, placas, módulos…), el efecto de los materiales empleados, tal vez la cubierta vegetal que adornará su fachada y el tejado…

Visita interior y personalización

Pero la tecnología permite ir más allá con la realidad virtual. El comprador se convierte de esa manera en un visitante de un espacio que no existe, pero que descubre como si fuera real. Una vez colocadas las gafas del dispositivo, se inicia un recorrido que puede comenzar en la entrada del edificio para observar las zonas comunes, subir en el mismo ascensor que se instalará allí, recorrer el pasillo de acceso y abrir virtualmente la puerta de la vivienda elegida.

Las posibilidades de la renderización han llevado a algunas promotoras a ofrecer a sus clientes la personalización de sus futuros hogares. Por ejemplo, el usuario llega al salón de la vivienda en el que a través de las gafas observa las dimensiones, la colocación de las ventanas e incluso aprecia la luz que entra por ellas en diferentes momentos del día.

La experiencia continúa. Ve que la estancia está decorada: un determinado color en las paredes, madera en el suelo, una mesa de comedor maciza junto a la ventana, sillas clásicas, una zona de lectura… El dispositivo le ofrece alternativas que sean más de su gusto y de esa forma cambia colores, transforma la madera del suelo en vinilo, utiliza muebles minimalistas y abre en la pared una conexión con la cocina a través de una encimera. Ha creado la casa que desea antes de ser construida.

La renderización proporciona así dos ventajas evidentes:

  • No hay lugar a las sorpresas. Se sabe exactamente lo que se compra: ni la promotora puede variar el proyecto original sin incurrir en penalizaciones ni el comprador cancelar el acuerdo por falta de especificaciones.
  • Prácticamente elimina los errores de construcción, por lo que se reducen costes.
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