El big data es una de las grandes tendencias de conocimiento en la industria. La automovilística, la de gran consumo o la farmacéutica ya procesan el dato masivo para crear fuentes de información inteligentes que les ayuda a conocer mejor a su cliente o a analizar sus procesos de producción y logística, incorporando la evidencia del dato objetivo en la toma de decisión empresarial. Su aprovechamiento también puede hacer que la arquitectura y la construcción sean más eficientes.
Son muchas las expectativas, pero aún queda un modelo de actuación por conformar: ¿qué puede aportar la monitorización del dato, su gestión y análisis? Recorremos algunas de sus experiencias más prometedoras.
- Nuevos modelos de trabajo: metodología BIM
El Building Informatión Modeling (BIM) parece llamado a convertirse en el nuevo estándar de la construcción. Ofrece un entorno de trabajo más completo que los tradicionales CAD al imitar el proceso real de la construcción y ser capaz de trasladar cualquier modificación sobre el proyecto al instante en datos, generando grandes ahorros en coste y tiempo. Además, se trata de una plataforma de trabajo colaborativo en la que cada uno de los profesionales que interviene suman su aportación, generando y compartiendo nuevos datos que enriquecen el conjunto del proyecto.
Sin duda se trata de un modelo transformador de la labor del arquitecto y del ingeniero, pero todo parece indicar que en la medida en que la metodología BIM integre nuevas bases de datos procedentes del Big Data, irá convirtiéndose en más disruptiva. De este modo, su conexión online con la oferta de los diferentes proveedores, podría ofrecer en segundos las mejores ofertas en la selección de materiales.
- Las smart cities como aliado del urbanismo
Ciudades como Seúl han convertido su política de Big Data en un referente mundial. La conexión masiva de su ciudadano a la Red genera información muy valiosa en aspectos como movilidad, datos a los que se suman las informaciones generadas por cientos de sensores y el volcado de otras fuentes oficiales. Una información que debidamente procesada ayuda a conocer mejor al ciudadano y a planificar conforme a sus demandas reales.
China también avanza en este sentido. Por ejemplo, para corregir grandes errores en la planificación urbanística derivada de los movimientos humanos del campo a la ciudad. Esa migración ha generado las que se conocen como ‘ciudades fantasmas’, en las que la construcción masiva de viviendas no ha ido acompañada de una ocupación estable. En alianza con Baidu, el motor de búsqueda chino homólogo a Google, se han geolocalizado las consultas de Internet para determinar los asentamientos más deshabitados. Así se han identificado hasta 50 ciudades con graves problemas de residencia permanente, una información que ahora se quiere utilizar para tomar decisiones que corrijan el grave error.
- Los mapas de datos
El mapeado de datos cuenta con una gran ventaja, la capacidad de facilitar el visionado (y entendimiento) de un conjunto complejo de información. Una de las experiencias más sorprendentes llega en esta ocasión de Holanda: la asociación Waag Society, junto al diseñador e ingeniero Bert Spaan, han mapeado 9,8 millones de edificaciones del país.
Un código de colores sirve para identificar la antigüedad de cada edificio mostrando la evolución del parque de construcciones desde 1800 hasta nuestros días. Además, haciendo clic sobre cada uno de los edificios se ofrece una información más detallada, incluyendo superficie construida, habitantes, etc.
- Realidad virtual y Big Data
Phil Berstein, profesor de la Universidad de Yale y uno de los arquitectos del fabricante de software Autodesk, anticipa que “en el futuro estudiaremos el modelo del comportamiento de los usuarios por medio de avatares con características individuales y capacidad de interactuar”. Estas personas virtuales actuarán en el entorno generado como lo van a hacer sus usuarios reales gracias al Big Data, lo que permite conocer las necesidades reales en una construcción.
Un ejemplo de la aplicación real de esta tecnología, aún en desarrollo, se ha realizado para la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte), según se explica desde el propio Autodesk. El proyecto incluía el diseño de un edificio compartido para las escuelas de Derecho y Negocios, cuyas necesidades en cuanto al modelo de aulas, oficinas, biblioteca, etc. eran las mismas. Pero fue gracias al Big Data y la Realidad Virtual que se consiguió atender estos requerimientos individuales sin generar duplicidades, creando un espacio adecuado en dimensiones y servicios con un menor coste.
Aterrizando el Big Data
Una vez detalladas las promesas del Big Data aplicados a la arquitectura, ingeniería y urbanismo se podemos concluir con aquellas que ya se están aplicando actualmente en los despachos:
- Por ejemplo, para la priorización de proyectos. Analizar el Big Data sociodemográfico y económico, en los distintos barrios en desarrollo donde un promotor valora levantar una promoción de viviendas, puede servir para conocer en qué lugar va a haber más demanda.
- El control de suministros de proyecto también se monitoriza con técnicas de Big Data. En estos casos para reducir costes en el control de pedidos, optimizar la logística de transporte, anticipar incidencias o necesidades en recepción de materiales.
- El Big Data suministrado por complejos sistemas de sensores también se está utilizando para supervisar el mantenimiento de grandes infraestructuras como puentes. Sustituye a las revisiones periódicas informando del degaste de materiales o posibles deformaciones estructurales, con información en tiempo real y abaratando los costes de vigilancia.