¿Qué es el turismo del bienestar y por qué tiene cada vez más seguidores?

Vivimos en una sociedad donde cada vez valoramos más el equilibrio entre cuerpo y mente. De hecho, muchas personas aprovechan las vacaciones para hacer un tipo de turismo cada vez más en alza y que apuesta por relajarse, desconectar de verdad y cuidar la salud. Quizá este sea el motivo por el que cada vez está más en auge el turismo del bienestar. ¿Quieres conocer todos los detalles y por qué cada vez hay más personas que lo practican? 

Unas vacaciones donde el reloj se para de verdad

Los que viven en las grandes ciudades están acostumbrados a un ritmo de vida vertiginoso, a pasar una hora en el coche para llegar al trabajo, a correr para recoger a los niños en el colegio, a hacer malabares para conciliar vida laboral y familiar. En definitiva, una vida llena de estrés. Cuando llegan las vacaciones, creen que van a poder descansar y relajarse pero toca estar más horas en familia, cuidar de los niños, preparar comidas…. Al final, termina el verano y muchos vuelven a la rutina sin la sensación de haber descansado de verdad.

Por eso, cada vez más españoles optan por reservarse unos días para cuidar de ellos mismos, cuidarse por dentro y por fuera. Es el turismo del bienestar, unas vacaciones donde el reloj se para de verdad.

La importancia de cuidarnos

Este tipo de turismo está basado en el cuidado del cuerpo y de la mente y se practica sobre todo en spas, balnearios o baños termales. España cuenta con un crecimiento espectacular: en los últimos 10 años se ha triplicado la cifra de turistas que buscan este tipo de vacaciones. De hecho, según Spaincares, el organismo que agrupa asociaciones de salud y turísticas asegura que en 2020, este tipo de turismo aportará 1.000 millones de euros al sector.

España tiene a su favor su climatología y su rica gastronomía. Dos razones de peso por las que nuestro país se ha convertido en uno de los destinos estrella para disfrutar de este descanso. En el balneario de Lanjarón, las propiedades de sus aguas termales alivian los dolores de los clientes que las consideran “fuente de eterna juventud”.

En el Spa Balneario de La Virgen, a 17 kilómetros del Monasterio de Piedra, las aguas de su enorme estanque termal están indicadas para pacientes con reúma y artritis, pero también para aquellos que sufren estrés. El de las Salinas, en Valladolid, tampoco se queda atrás y es conocido para pacientes que sufren enfermedades de la piel.

Qué tratamientos y beneficios aportan a la salud

Además de los tratamientos de aguas termales, que en la mayoría de los casos son minero medicinales, es decir, que tienen propiedades terapéuticas, se pueden probar otros como la fangoterapia (aplicación del barro en el cuerpo con fines curativos), o la algoterapia (similiar al anterior pero con algas, ya que éstas estimulan la circulación linfática).

Pero además de éstos, también podemos disfrutar de talleres de relajación, sesiones de yoga, mindfulness o meditación. Son maneras de paliar el estrés, de canalizar la energía negativa y de encontrar el equilibrio entre la parte física y emocional. Quienes practican este tipo de terapias alternativas aseguran que los beneficios son inmediatos y que vuelven a casa totalmente renovados.

La combinación perfecta

La mayoría de estos balnearios o spas están situados en entornos naturales que invitan a descubrirlos. Por eso, otra de sus ventajas es que este tipo de descanso no excluye el turismo más convencional y muchos clientes lo combinan con éxito dedicando unas horas al cuidado de cuerpo y mente y disfrutando de la gastronomía o de largos paseos por la zona.

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