Antes de comprar un piso usado hay que estudiar si precisa mejorar las instalaciones o si necesita cambios estructurales o estéticos. Deberás hacer un cálculo aproximado del coste y sumarlo al precio de la propiedad.
Es posible que tengas que solicitar un mayor préstamo hipotecario para acometer la reforma, por eso es interesante conocer hasta que punto se llegaría a revalorizar la vivienda, es decir, si a futuro te compensa el esfuerzo financiero.
En ese proceso habitual en las transacciones de viviendas usadas, algunos olvidan un paso esencial: consultar con la comunidad de propietarios si es posible realizar lo que se ha planificado debido a que puede que existan condiciones o normas internas que lo impidan o que afecten a la ejecución de las obras.
Para empezar, existe la obligación de informar al presidente de la comunidad sobre la reforma y los elementos que se van a modificar. Si se altera la estructura (muros de carga, vigas…), la fachada o afecta a la seguridad del edificio, necesitará la autorización de la comunidad.
Según datos del Observatorio Legálitas, que recoge alrededor de un millón de consultas jurídicas al año, las dudas más frecuentes de los propietarios a la hora de llevar a cabo una obra en su vivienda tienen que ver con el cerramiento de terrazas y la instalación en las fachadas de aparatos de aire acondicionado.
Por tanto, ambos casos nos pueden servir de ejemplo para conocer los procedimientos a los que obliga la ley:
• Cerrar la terraza. Al ser una obra que afecta a la fachada, se debe contar con la aprobación de la junta de vecinos, con una mayoría de 3/5 de los propietarios que a su vez representen las 3/5 partes de las cuotas de participación. La votación es imprescindible, aunque en la finca ya existan otras terrazas cerradas. Hay que estudiar cada caso por separado. Además de ese permiso, se deberá solicitar una licencia municipal ya que estamos modificando la estética del edificio.
• Instalar un aparato de aire acondicionado en la fachada. Si los estatutos de la comunidad no especifican nada al respecto, basta una mayoría simple de los propietarios para obtener el permiso, siempre y cuando la obra no suponga perforar la fachada. En ese caso, volvemos a necesitar la aprobación de las 3/5 partes de los propietarios y una licencia del ayuntamiento.
Para las obras que afecten solo a las instalaciones interiores de la vivienda (electricidad, fontanería, revestimientos, suelos, tabiques y estética), basta con informar al resto de vecinos. El propietario que realice la reforma tendrá derecho a utilizar el ascensor para transportar materiales y herramientas.
Si la reforma provoca daños en otras viviendas o en zonas comunes, el propietario del piso tendrá que hacer frente a las reparaciones, por eso es fundamental contratar previamente un seguro del hogar.
El último condicionante es el ruido causado por las obras. La comunidad de vecinos debe ajustarse a la normativa municipal de su ciudad. Por ejemplo, en Madrid de lunes a viernes no pueden efectuarse trabajos entre las 21.00 y las 8.00 horas. Y sábados, domingos y festivos, entre las 21.00 y las 9.30 horas.
Para quienes van a comprar su primera vivienda y les asaltan dudas como estas, ANIDA ha lanzado ‘Anidando’, una webserie en la que sus personajes ofrecen consejos y explican, de formas divertida, todos los detalles que deben tener en cuenta los futuros propietarios.