Estos robots pueden ser los constructores del fututo

No faltan muchos años para que la tecnología permita automatizar por completo la mayoría de los procesos de producción. Uno de los sectores en los que se anticipan cambios revolucionarios es el de la construcción.

La robótica y la impresión 3D ya están en la vanguardia de esa transformación, como demuestran algunos avances técnicos dirigidos a levantar edificios en menos tiempo y que, incluso, contribuyen a la sostenibilidad energética.

El Hadrian X puede considerarse el primer robot albañil. Lo ha desarrollado la compañía australiana Fastbrick Robotics y pretende comercializarlo en 2019. Se trata de un brazo mecánico instalado en un camión para que le sirva como transporte y depósito de material.

Una vez diseñado el edificio y preparado el asentamiento del terreno, el robot lee los planos y comienza su tarea. La compañía asegura que en una hora es capaz de colocar mil ladrillos (de distintos tamaños y grosores según sean para muros o tabiques), el trabajo de dos operarios en una jornada.

La estructura de una casa unifamiliar quedaría concluida en dos días. Por ahora no es posible que el robot se encargue de las cubiertas (aislantes, enfoscados…), aunque los técnicos aseguran que ese será el siguiente desarrollo del Hadrian X. Por ejemplo, podría llegar a colocar paneles prefabricados como envolventes o inyectar hormigón u otros materiales aglomerantes.

Fabricación digital por cables

Un equipo de ingenieros y arquitectos españoles de la corporación Tecnalia y el Institute for Advanced Architecture of Catalonia (IAAC) está trabajando en el mismo campo con resultados muy interesantes. Su proyecto se llama Cogiro y combina un robot que se mueve por cables con la tecnología de impresión 3D.

El robot está sostenido por una estructura ligera de motores y cabestrantes sobre los que se deslizan los cables, permitiendo una amplia movilidad y su adaptación a la forma de cualquier superficie. Es la misma técnica que utilizan en algunas retransmisiones deportivas para manejar cámaras en tomas cenitales.

Una vez definido y programado el diseño, el robot va construyendo la estructura con materiales especiales. “Los que se emplean en el proceso de impresión 3D son diferentes a los tradicionales, porque en cuanto se deposita el material, este debe curar (caso de materiales plásticos) o fraguar (caso de hormigones) rápidamente para evitar el colapso de la estructura”, explica Mikel Barrado, experto de Tecnalia.

El objetivo de este proyecto es contribuir a que la construcción sea más eficiente y sostenible ya que la robotización del proceso permite emplear menos cantidad de material (se elabora exactamente en las proporciones necesarias), se realiza en menos tiempo y, por tanto, también se reduce el consumo energético.

Por otra parte, los drones también están adquiriendo protagonismo en el sector. Ya se usan para estudios topográficos, el seguimiento y control de obras, y la inspección de estructuras, fachadas y tejados. Además, se especula con que en no mucho tiempo se emplearán para el transporte de materiales, realizar soldaduras y para diferentes tareas en lugares de difícil acceso o peligrosos.

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