¿Cómo calcular el presupuesto de una reforma?

El verano es tiempo de reformas porque es cuando se suelen emprender las obras de mejora de la casa, que siempre suponen un importante gasto de dinero y tiempo, y sobre todo un quebradero de cabeza a lo hora de elegir el mejor proyecto (que no siempre es el más barato). No obstante, este proceso es especialmente importante para llevar nuestra obra a buen puerto.

Y es que según Matura, una empresa dedicada al mundo de la decoración interior y exterior, “la profesionalidad de los encargados de realizar nuestra reforma es fundamental para que los resultados estén en plazo y forma, y no menos importante es el trabajo previo. El proyecto y presupuesto de la reforma deben recoger todas las unidades y trabajos necesarios para realizar la misma”.

Ya hemos hablado en este blog de los pasos que hay que dar a la hora de iniciar una reforma, entre ellos solicitar al menos tres presupuestos diferentes. Pero, ¿cómo saber cuál es el más adecuado?

Un primer consejo general: los presupuestos deben ser lo más detallados posible. En ellos deben figurar todas las partidas, la mano de obra y los materiales a utilizar. Por tanto, huye de cualquier profesional que englobe todo en una cantidad porque tras esa generalización vendrán todo tipo de imprevistos, añadidos y mejoras que pueden hacer aumentar considerablemente el precio final. Desde Matura recomiendan huir de “presupuestos en los que no se especifiquen metros cuadrados, metros lineales, o unidades necesarias, puertas, ventanas, mecanismos, etc”.

También es esencial no caer en trabajos sospechosamente baratos. A partir de su experiencia como perito, el arquitecto técnico Enrique Alario declara en su blog: “En el 90% de las ocasiones que he ido a peritar algún trabajo mal ejecutado, el cliente había elegido el presupuesto más barato”. De igual modo, insiste en la importancia de definir bien los materiales y de no mezclar contratas en una misma obra: “No es nada recomendable que te dediques a “jugar” a ser constructor, es una tarea más difícil de lo que parece, por lo que coordinar diferentes empresas haciendo una misma obra puede llevarte a que se provoquen problemas de coordinación que te lleven a tener que deshacer cosas para hacer otras”.

Vayamos al detalle de cada obra que suele componer la reforma integral de una vivienda, incluyendo albañilería, pintura, fontanería, electricidad y suelos.

Baños y cocinas: las reformas más comunes

Según los expertos de reformadevivienda.com, las mejoras más habituales son las que se realizan en los baños, seguidas de las obras en las cocinas. En estas partidas deben considerarse todos los precios por unidad y metros cuadrados:

  • Debe figurar especificado el precio por metro cuadrado de la superficie que se va a demoler, picar o alicatar, o de falso techo, o de suelo nuevo, o el de los metros cuadrados que se van a pintar.
  • El coste del material que se va a emplear por metro cuadrado.
  • Es necesario realizar un plano de la instalación de tuberías (de agua y gas) según los sanitarios, las tomas de agua, la grifería y los electrodomésticos que se van a colocar (en estos, precio por unidad). De esa forma sabremos su complejidad y los metros de tubería necesarios, con su coste y el de la mano de obra.
  • Deben especificarse sobre el plano y en el presupuesto todos los añadidos que no entren en las anteriores partidas: acondicionar respiraderos y salidas de humo, preinstalación del sistema de iluminación, colocación de sanitarios y muebles de cocina…

En reformadevivienda.com estiman que el precio de un baño nuevo de 4 m2 rondará los 3.200 euros. El de una cocina de 10-12 m2, alrededor de 6.000 euros, incluyendo los muebles de fábrica (no a medida), más otros 2.000 euros de electrodomésticos.

Suelos y pintura: diferentes presupuestos para material y mano de obra

De nuevo hay que separar los materiales de la mano de obra y considerar el coste según los metros cuadrados que vayamos a instalar o pintar. Por ejemplo, en un presupuesto para parquet debe figurar por un lado el precio de la mano de obra por metro cuadrado, y en otra partida el precio de material por metro cuadrado.

Tú mismo puedes medir la superficie para conocer el total. Lo mismo se debe hacer con las paredes y los techos que van a pintarse, aunque en este caso también hay que especificar si va a ser necesario obras previas de acondicionamiento, como alisados o rellenos (de nuevo, precio de mano de obra por metro cuadrado).

Según los expertos de reformadevivienda.com, pintar un piso de 65 m2 con dos capas de pintura cuesta unos 1.000 euros. El coste de un cambio de suelo varía mucho dependiendo del material que se utilice (madera, pavimento, hormigón pulido…).

Climatización: las mejoras más complicadas

Acondicionar la casa con un nuevo sistema de calefacción o refrigeración puede suponer una obra compleja. Hacer una instalación de gas, por ejemplo, supondría asumir varias partidas: caldera, tuberías del circuito, radiadores, obras de albañilería en las paredes o el suelo para empotrar las tuberías, y la reparación posterior de las superficies.

Las partidas son similares en la refrigeración: unidad de frío, ventiladores, circuito de gases, obras de salida al exterior… Cada una de esos elementos tienen que estar en la factura con el coste por unidad, y si requiere albañilería o/y pintura, también por metro cuadrado y mano de obra.

Instalación eléctrica: siempre con planos y profesionales cualificados

Es imprescindible trazar un plano para saber con precisión la colocación de cada enchufe, cada interruptor, cada lámpara empotrada o fijada a pared. En el presupuesto figurará el coste de cada elemento, la extensión del cableado y del cuadro de luces o caja de control. Y aparte, como siempre, la mano de obra.

Esa instalación debe ser realizada por un profesional titulado que certifique posteriormente la calidad de la misma, es decir, que cumpla con el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), que garantiza el correcto funcionamiento y la seguridad de cualquier instalación eléctrica en una vivienda.

En él figuran las características de la instalación según la potencia que vaya a soportar, la ubicación del cuadro de luces (junto a la puerta de acceso a la vivienda y a una altura no inferior a metro y medio ni superior a los 2 metros respecto al suelo), o la distancia mínima entre las tomas de corriente y los interruptores de la grifería (en baños pequeños eso obliga a colocarlos fuera).

Y un último consejo, hay que especificar siempre en el presupuesto los acabados finales, con los materiales que se van a utilizar (qué tipo de pintura, qué tarima para el suelo, qué azulejos para el baño…), con marca y modelo para evitar generalizaciones que no se ajusten a la realidad de nuestros deseos.

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