Celia Ferrer siempre empieza a buscar ofertas para las vacaciones de verano con meses de antelación: son cuatro en la familia (pareja y dos niños) y el presupuesto es limitado. “Buscaba en Internet y di con la experiencia de un matrimonio catalán que había intercambiado su casa con una pareja que vive en Londres y que quería conocer Barcelona. Luego descubrí que hay varias webs que facilitan esos intercambios por todo el mundo”.
A principios de marzo ya había contactado con una familia de Berlín. “Ellos están locos por venir a Madrid y a nosotros nos apetece mucho ir allí. Las dimensiones de su casa son parecidas a la nuestra y pudimos cuadrar las fechas, así que ya lo hemos cerrado. Antes hemos estado hablando durante semanas, mandándonos fotos de los pisos, información sobre los alrededores y acordando algunas reglas básicas a la hora de utilizar las casas”.
Elena, su marido y sus dos hijos ya pertenecen al cada vez más numeroso grupo de turistas españoles que han encontrado en esta fórmula una manera muy asequible de viajar a cualquier país, con alojamiento gratuito en ciudades como Amsterdam o Roma, o en lugares exóticos como Tailandia o Australia.
HomeExchange, una de las plataformas a través de las que se realizan estos acuerdos entre particulares –tiene registradas 50.000 casas en 150 países– estima que en este año se producirán alrededor de 130.000 intercambios de residencias por vacaciones solo desde su red. Según sus datos, al menos la mitad de los usuarios españoles son familias con niños y los destinos más demandados son París y Londres en Europa, y Nueva York y San Francisco en América.
Este tipo de vacaciones son siempre más económicas porque te ahorras en alojamiento y sólo tienes que hacer frente al pago del transporte y los gastos que vayas a tener allí. Conseguir una casa que abarque tus necesidades es sencillo si te pones en contacto con una familia que comparta tus mismos intereses.
Pero, para muchas personas, aunque puede parecerles una opción perfecta, les da respeto dejar su casa en manos de desconocidos. Para ello, las agencias dedicadas a favorecer estos intercambios ofrecen algunos consejos que debes seguir antes de prestar tu hogar. Siempre tendrás que contactar con tu agente de seguros y especificarle los detalles del intercambio que vas a realizar con los nombres de los nuevos inquilinos, las fechas del viaje, etc., y hacer lo mismo con el seguro de automóvil, si en el acuerdo incluyes también tu coche o moto.
La revolución del consumo colaborativo
Esta tendencia forma parte del fenómeno conocido como ‘consumo colaborativo’. La idea es simple: ¿por qué comprar si se puede compartir? El punto de encuentro es Internet, a través de plataformas que agrupan a usuarios con intereses similares. Se puede intercambiar vehículos o compartirlos para abaratar los desplazamientos, ofrecer trabajo manual en determinadas tareas domésticas: tú me cocinas y yo te arreglo la instalación eléctrica…
Hace una década que comenzó a desarrollarse esa idea en el turismo, pero ha sido sobre todo en estos últimos tres años cuando la propuesta ha explotado. Por eso existen cada vez más plataformas online que sirven como redes sociales de intercambio. Es el caso de Airbnb o Knok, que ofrece además una herramienta con la que puedes calcular lo que te ahorras respecto a un viaje tradicional. Violeta Díaz, directora de HomeExchange en España –la página aquí se llama IntercambioCasas.com–, asegura que como mínimo supone una reducción del 50% para una familia.
“Me parece una solución fantástica para los que no tenemos muchos recursos –comenta Celia Ferrer–, aunque también tiene sus complicaciones. Por ejemplo, no siempre logras el destino que deseas. Nosotros pensábamos ir a Roma pero no logramos una casa lo bastante grande y en plena ciudad. Y al final terminaremos en Berlín, pero felices”.
Esta actividad se basa en la confianza y el respeto de las personas que lo van a realizar y, en todo momento, éstas deben ser sinceras con las prestaciones que ofrece su vivienda. Obviamente, las posibilidades aumentan según se van sumando nuevos usuarios a las plataformas, de manera que cada vez hay más donde elegir. Incluso para exigentes o sibaritas. HomeExchange cuenta con una división dedicada a viviendas de lujo llamada HomeExchangeGold. Para acceder hay que pagar una cuota de 95 euros, un precio que parece muy razonable si al final terminas pasando unos días de descanso en una mansión de Los Ángeles o en un castillo francés…
A este servicio pueden acceder tanto propietarios como arrendatarios, pero siempre se debe comunicar esta actividad a la persona que tienen la vivienda en propiedad y a su asegurador. El procedimiento es sencillo, en algunas páginas es gratuito registrarse (con funcionalidades básicas) y si buscas un mejor servicio siempre puedes suscribirte por meses o incluso años. Los usuarios están contentos y según HomeforHome, “el 80% de las personas que lo han probado repite”. ¿Serás tú el próximo?