Eficiencia energética en una vivienda

¿En qué consiste la eficiencia energética?

Podemos considerar que estamos contribuyendo a una buena eficiencia energética en nuestros hogares, cuando evitamos consumir más energía de la necesaria, así de simple. Podemos poner el ejemplo de elevar 2 grados la temperatura que hay en nuestros hogares; si mi calefacción es más eficiente que la de mi vecino, mi casa tardará menos que la suya en aumentar esos 2 grados. Mi instalación será más eficiente porque consigue el mismo resultado en menor tiempo y, lo que es más importante, de una manera más económica y ecológica, al consumir una menor cantidad de energía.

La energía, además de presentarse en forma de calor, la utilizamos de varias maneras en nuestro día a día:

  1. Agua corriente, cuando usamos la cisterna del inodoro.
  2. Electricidad, al encender la luz de nuestro salón o, por ejemplo, cuando tenemos un termo eléctrico para calentar el agua de la ducha.
  3. Refrigeración, en las zonas más cálidas donde tenemos instalado A/A (Aire acondicionado) en nuestras casas, con el simple gesto de bajar el termostato un par de graditos para estar más frescos.

Entonces, ¿todos en casa estamos contribuyendo con la eficiencia energética?

Existen una serie de prácticas habituales que podemos realizar en los hogares para que nuestra contribución al ahorro de energía sea beneficioso en lugar de negativo. Pongamos unos sencillos ejemplos:

  • Consumir más agua de la necesaria a través de los grifos: fregadero, lavabo, bañera, etc. Puede parecer una tontería que cada uno de nosotros ahorremos un solo litro de agua diaria, pero si eso lo multiplicamos por los 47 millones de personas que residimos en España, la cosa cambia y el ahorro se convierte en notable.
  • No desperdiciar el calor de nuestros hogares: el gran caballo de batalla es la ventilación de una vivienda. Con tan sólo diez minutos diarios por estancia, se ventila sobradamente un hogar medio. No es necesario abrir las ventanas de par en par durante dos horas, porque estaremos tirando una gran cantidad de calor a la calle en los días de invierno.
  • Igualmente en verano, es una práctica recomendable lo contrario: abrir bien las ventanas durante la noche (o cuando las temperaturas sean lo más frescas posible), para que el aire interior, que está más caliente, salga y se renueve por otro con menor temperatura. Si añadiésemos a esto un diseño bioclimático en nuestras viviendas, la refrigeración estival apenas sería necesaria en gran parte de la península.

Debemos tener en cuenta que, además de ahorrar unos preciosos euros de nuestras facturas, estaremos contribuyendo a reducir las emisiones de CO2 y, con ello, el impacto de la reducción de la capa de ozono, por citar un caso más o menos conocido.

He querido nombrar las emisiones de gases de efecto invernadero (uno de ellos es el CO2 ó dióxido de carbono) porque, en función del tipo de combustible que utilicemos en nuestros hogares, para cocinar o climatizar las estancias, las emisiones contaminantes van a ser diferentes a igualdad de gasto energético. Un kwh (kilovatio hora) energético obtenido mediante la combustión de gas, contamina menos que otro obtenido mediante gasóleo de calefacción.  Además, no debemos confundir esto último con el coste de la energía térmica por kwh, en función de su origen (combustibles fósiles, electricidad, biocombustibles,…). El coste de un kwh térmico (para calefacción) de los pellets de pino, es entre 3 y 4 veces inferior al calor entregado por un sistema de acumuladores eléctricos (debido a que ya no existe la tarifa nocturna).

Como conclusión, recordaros que cuando tenemos una instalación o un hogar con alta eficiencia energética, estamos llegando al confort residencial con menos gasto de energía que si la desperdiciásemos. Además de que nuestros bolsillos también lo van a agradecer.

En función de nuestros sistemas de calefacción, la construcción de nuestras casas, la orientación de las fachadas, la situación geográfica de nuestras ciudades, etc., deberemos jugar con unas u otras herramientas para ganar en eficiencia energética. Muchas serán comunes, y otras estarán específicamente estudiadas para cada uno de nosotros.  Pero el resultado final será la reducción del consumo energético, lo que conlleva muchas otras ventajas que iremos resolviendo en este blog.

Foto: @nikcname, distribuida con licencia Creative Commons CC BY 2.0

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