Así es el fabuloso complejo residencial con una pista de atletismo en la azotea

La nueva arquitectura residencial se enfrenta a un triple desafío: buscar la funcionalidad, encontrar soluciones imaginativas en sus diseños y contribuir a la sostenibilidad reduciendo el consumo de energía de las viviendas.

El resultado de esta permanente investigación puede ser tan sorprendente y atractivo como el complejo que el estudio de arquitectura de Peter Pichler va a levantar en la localidad holandesa de Maarssen.

Su objetivo era conseguir un aprovechamiento inteligente de los 35.000 m2 disponibles, ofreciendo a los futuros propietarios de las 260 viviendas que acogerá, una invitación a vivir en contacto permanente con el exterior.

Para ello ha ideado dos torres en forma de L con una inclinación de las fachadas que servirá para recibir más luz natural. Los extremos de ambas construcciones se unirán formando una estructura en forma de 8, de ahí el nombre con que ha sido bautizado el proyecto: Looping Towers (Torres Lazo).

Sobre uno de los brazos que cierra ese 8 se instalará el elemento más innovador del proyecto: una pista de atletismo de varias calles, descubierta, que estará conectada con un gimnasio interior.

Pichler cree prioritario que dentro de los recintos residenciales se puedan realizar actividades al aire libre porque, además, favorecen la sociabilización de los vecinos. Por eso, también va a construir dos piscinas en la azotea de una de las torres y, para completar los espacios vacíos que genera esa estructura, se plantarán zonas verdes y jardines.

 

Eficiencia y buenas vistas

Para la construcción de los edificios se emplearán sistemas pasivos que permitirán una climatización natural gracias, por ejemplo, a la ventilación mecánica con recuperación de calor, los aislamientos eficientes y los recintos estancos.

La mayoría de las viviendas serán dúplex, con terrazas en ambas alturas. A las que se accederá, desde el dormitorio principal y el salón, a través de paredes acristaladas que facilitarán la entrada de luz.

Todas las fachadas mostrarán una geometría en forma de dientes de sierra ideada para incrementar el espacio y generar una mayor sensación de conexión entre los pisos y el entorno.

“La situación especial de las Looping Towers y la orientación de los apartamentos (hacia el norte y el sur) garantiza múltiples vistas y permite disfrutar de la luz del sol –explica Peter Pichler–. Gracias a la inclinación hacia atrás de las torres en forma de L, con la torre inferior en el lado oeste, se generan mejores vistas sobre los edificios adyacentes con un impacto de sombra mínimo”.

Se prevé que el complejo esté finalizado en 2020.

 

Foto Estudio de Arquitectura de Peter Pichler

 

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