Cómo usar el “big data” para encontrar el inmueble que buscas al mejor precio

Subir una foto a Instagram, responder a un comentario en Twitter, buscar un hotel para pasar las próximas vacaciones o compartir un vídeo en Facebook son tareas que la mayoría realizamos a diario. Pero todas estas acciones no pasan desapercibidas, sino que van dejando un pequeño rastro en la nube, sobre cómo somos, cómo nos comportamos y cuáles son nuestros hábitos. Es lo que conocemos como el big data.

En un mundo cada vez más digital, la información se convierte en la herramienta más importante y poderosa que tienen las empresas y marcas para ofrecernos sus productos y servicios. Muchos lo ven como un ataque a la privacidad de las personas, pero si lo analizamos bien, todo ese cúmulo de datos puede convertirse en un perfecto aliado y ayudarnos a encontrar la casa o el local que buscamos.

 

El “big data” para inversores

Existen herramientas, procedentes de diferentes fuentes, que analizan toda la información útil que los usuarios van dejando a su paso por Internet. Esas bases de datos no son simples números, son comportamientos, gustos, preferencias y hábitos de los consumidores que bien analizados son una potente fuente de información para los inversores.

Si estás pensando en adquirir una vivienda, esas herramientas o aplicaciones móviles te ofrecen la posibilidad de tener una radiografía más aproximada del mercado inmobiliario. Cuestiones como: cuáles las mejores zonas en las que invertir, qué inmuebles son los más demandados, si nos interesa más adquirir una vivienda nueva o una de segunda mano, cuál es el precio adecuado, encuentran respuesta en este tipo de aplicaciones.

Por ejemplo, pongamos por caso que estamos interesados en comprar un piso en Madrid, como opción para alquilarlo después. El big data nos permitirá saber qué tipo de inmueble es el que más se alquila en la capital, los metros cuadrados más demandados, la zona más solicitada, si hay colegios, parques, centros comerciales cerca… y también el precio de venta y de alquiler recomendado. Así, los inversores ya no tendrán que ir a ciegas ni equivocarse cuando quieran adquirir un inmueble.

 

Tasaciones muy económicas y flexibles

Ahora pongamos por ejemplo que queremos vender nuestro piso o al menos, queremos conocer cuánto nos ofrecerían por él. Hasta ahora, lo que la mayoría de nosotros hacía era visitar varias inmobiliarias para explicar cómo era la vivienda en cuestión y enseñarla para que nos la tasaran. Ahora, gracias al big data, podemos ganar tiempo y ahorrarnos unos cuantos pasos.

Desde casa, a través de aplicaciones móviles o de Internet, podemos saber la tasación de nuestro piso. La diferencia es sustancial: las plataformas que usan estos datos suelen cobrar unos 20-30 euros por la tasación, mientras que una tasadora tradicional no baja de los 200-300 euros.

 

También para buscar locales

Si eres un emprendedor y buscas montar tu propio negocio, el big data también te será de gran utilidad a la hora de adquirir el mejor local u oficina para tu empresa. En función de la actividad a la que te quieras dedicar, podrás hacer la búsqueda avanzada que desees.

Supongamos que quieres abrir un restaurante, antes de lanzarte a esta nueva aventura tendrás que encontrar el mejor emplazamiento, analizar si te interesa más comprar o alquilar, si el inmueble debe estar en un lugar céntrico o no, si hay fácil acceso y transporte público cerca…  Y ahora todas esas decisiones las puedes tomar en base a los datos y a prácticas de los consumidores.

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