Diez consejos para prevenir los incendios domésticos

Según un estudio de la Fundación Mapfre y de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), en los pasados meses de diciembre y enero, el número de víctimas en incendios domésticos aumentó un 50% más que en el mismo periodo del pasado año. Estos datos subrayan la importancia de tomar las precauciones necesarias en las viviendas.

De ese estudio puede extraerse un decálogo de consejos para evitar incendios o, al menos, para detectarlos a tiempo:

La primera causa de incendio en la vivienda son los descuidos: una plancha que se ha dejado encendida sobre una prenda, velas que no se vigilan, sartenes olvidadas sobre el fuego… Hay que estar muy atentos a cualquier emisor de fuego o calor.

La segunda causa de este tipo de accidentes son los problemas con la instalación eléctrica. Se debe revisar toda la red para evitar cortocircuitos: cambiar los cables en mal estado, utilizar enchufes y conectores homologados y no sobrecargar los enchufes con ladrones.

Nunca hay que fumar en la cama. Es la tercera causa de incendios domésticos. Lo mejor es utilizar ceniceros de agua o mojar las colillas para apagarlas. Y nunca arrojarlas a la basura.

Mucha precaución con los braseros y estufas de gas. Son llamas que se pueden extender con facilidad a otros objetos, por eso hay que alejarlas de materiales inflamables, como la madera o el textil.

Chimeneas y campanas extractoras deben mantenerse limpias. La grasa acumulada o la suciedad pueden prender con cierta facilidad.

Las estancias en las que hay dispositivos de gas (cocinas, calderas, estufas…) tienen que disponer de sistemas de ventilación. Hay que revisar periódicamente las gomas y abrazaderas de los dispositivos, y comprobar que el paso del gas está cerrado cuando dejen de utilizarse.

No almacenar productos químicos inflamables cerca de emisores de calor, como estufas, hornos o placas.

Nunca colocar prendas sobre lámparas para atenuar la luz o sobre otras fuentes intensas de calor, por ejemplo para que la ropa húmeda seque con rapidez. Algunos de los materiales que se emplean en su confección pueden arder.

Instalar sistemas de detección de humo y fuego, y mantenerlos en buen uso. Al contrario que en Francia o Reino Unido, en España no existe una reglamentación que obligue a colocarlos en las comunidades de vecinos ni en las viviendas, de manera que no está extendido su uso. Un dato puede darnos una idea de su importancia: el 35% de los incendios se produce durante la noche, entre las 22.00 h y las 8.00 h. Además, no cuestan más de 20 euros.

Contar con algún sistema de extinción, como extintores portátiles o mantas apagafuegos.

Una advertencia más que se desprende del estudio mencionado. En contra de lo que se suele creer, la cocina no es el lugar más peligroso de la casa. La mayoría de los incendios se producen en el salón, por eso es allí donde conviene colocar los detectores de seguridad. Le siguen los dormitorios y, en tercer lugar, la cocina.

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